El parámetro de potencia en la terapia con láser

La potencia se define como el ratio al cual una energía es emitida, recibida o transferida o como la eficacia o celeridad con que es aportada la energía.

En terapia láser, la potencia se mide en vatios (W) y es uno de los factores determinantes de la penetración tisular. Otro de los factores determinantes de la penetración tisular es la longitud de onda (distancia entre dos puntos sucesivos en una onda periódica en la misma fase).

Pensando en la definición anterior, la potencia ayuda a llevar los fotones a mayor profundidad y disminuir los tiempos de tratamiento, es decir, aportamos mayor número de fotones en un periodo de tiempo menor con láseres de mayor potencia, aplicando la fórmula donde la energía (en julios) es igual a la potencia (en vatios) por el tiempo (en segundos):

E (J) = P(W) x t (s)

 

El láser se puede dividir dependiendo de la potencia, siendo los más utilizados en la actualidad el láser IIIB (teniendo una potencia máxima de 0,5W) y el láser clase IV (teniendo una potencia que supera estos 0,5W). Ambos se caracterizan por necesitar protección de la visión, pudiendo dañar los ojos por la visión directa y por la reflexión. El segundo de ellos, al caracterizarse por sus altas potencias, puede causar daños en la piel, ya que puede provocar quemaduras. En esta última precaución de los láseres de clase IV, resulta fundamental conocer las propiedades del equipo, para determinar la mejor técnica de aplicación y evitar la lesión.

Correlación entre potencia y técnica de aplicación

Un ejemplo en cuanto a la potencia y los tiempos de aplicación, si queremos aportar un total de 1200 julios en una cadera, el tiempo total de tratamiento con un láser IIIB con un máximo de potencia de 0.5W, el tiempo sería de 2400 segundos (40 minutos). Para un láser clase IV con una potencia media de 4W el tiempo sería de 300 segundos (5 minutos).

En la actualidad, cuando hablamos del láser  terapéutico el eterno debate se encuentra en conocer cuál es mejor si el láser IIIB o láser clase IV (ver Blog 6, Potencia: estudios que demuestran su importancia).

En cuanto a la potencia, no solo es importante por el tiempo de tratamiento y la profundidad, sino también por la técnica de aplicación, dependiendo de las características de potencia del equipo, se puede elegir entre una técnica de barrido y/o puntual. Dentro de la técnica de barrido, resulta muy importante la velocidad de dicha técnica pudiendo variar en función de la potencia y de las diferentes piezas de mano del equipo. Resulta fundamental, por tanto, que los diferentes equipos de terapia láser formen e informen a sus usuarios sobre la mejor técnica de aplicación.

Efectos del poder en la terapia láser veterinaria

Actualmente, existen equipos cada vez más potentes, esto significa que la siguiente pregunta es hasta dónde llega o llegará la potencia. Otra pregunta sería cuanta cantidad de energía es capaz de absorber un organismo en un determinado periodo de tiempo. Ya que se ha observado que un exceso de dosis puede inhibir los efectos de la reparación.

Hay autores que consideran que las células dañadas son más sensibles a la exposición de la luz láser. Esto significa que, posiblemente no necesiten mucha dosis en un corto periodo de tiempo. Además, la aportación de esta energía en modo pulsado o continuo, también juega un papel muy importante. En el estudio realizado por Ilic y col. (2006) estudiaron los efectos de diferentes densidades de potencia (la cantidad de potencia en un área determinada, expresada en W/cm2) y dosis en el cerebro de ratas sanas.

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Observaron que la aplicación transcraneal a una densidad de potencia de 750 mW/cm2 en modo continuo provocaba lesión, relacionado con el efecto térmico que se producía, mientras que esta misma densidad de potencia en modo pulsado no se obtuvieron efectos negativos.

A pesar de que son necesarios más estudios sobre la potencia, relacionando diferentes variables, lo que sí queda claro como indica su definición, es que en función del láser podemos conseguir menores tiempos de tratamiento, porque aportamos energía en un menor tiempo de tratamiento. Además la potencia ayuda a llegar en profundidad a los tejidos. 

A medida que los fotones penetran en los tejidos, la concentración de éstos se va haciendo más pequeña hasta en punto en que la densidad de los fotones, es decir la concentración de los fotones, es tan pequeña que no se observan efectos de fotobiomodulación.

Uso de protocolos DoctorVet

DoctorVet es un láser clase IV (es decir, supera los 0.5W) con una potencia media de 8W y una potencia pico de 16W. En función de la localización de la lesión y del tamaño del paciente se cuenta con diferentes potencias, basándose en la optimización del tiempo y de la profundidad del tejido diana, pero sin llegar a crear protocolos que aporten demasiada energía en muy poco tiempo que pueda ser perjudicial, especialmente para tejidos dañados que pueden ser más sensibles.

Estas potencias han sido seleccionadas por biofísicos con años de experiencia en terapia láser en medicina veterinaria, que han creado protocolos con potencias óptimas para ayudar a nuestras mascotas, resultando seguros y eficaces para las diferentes patologías que se presentan día a día en la clínica veterinaria.

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