La osteoartritis u osteoartrosis (OA) es una enfermedad degenerativa articular progresiva y crónica, siendo una causa habitual de cojera1. Es una enfermedad que aumenta su incidencia conforme aumenta la edad. Siendo en gatos más habitual la enfermedad primaria articular en comparación con los perros.
En diferentes estudios se ha observado que el 92% de los pacientes de todas las edades presentan al menos una articulación afectada con signos radiológicos2, mientras que en otros estudios vieron que un 61% de los pacientes presentaban signos de enfermedad degenerativa articular en una articulación y un 48% al menos en dos3.
Se produce la liberación de mediadores proinflamatorios, causando sinovitis, que da como resultado la liberación de mediadores como prostaglandinas, citoquinas (IL-1b y TNF-a), factores de crecimiento relacionados con la formación de osteofitos y el factor de crecimiento nervioso4. La liberación de todos estos mediadores conduce a la destrucción de la matriz, seguida por alteraciones en los sistemas de reparación del cartílago.
Los cambios en el hueso subcondral y las alteraciones sinoviales se consideran clave en el inicio y la progresión de la OA. Se produce la degradación del cartílago, cambios en la membrana sinovial, el hueso subcondral, los músculos implicados en la articulación afectada, nervios y ligamentos.
El cartílago articular no presenta inervación, por lo que no se producen síntomas, apareciendo cuando hay otras estructuras afectadas. El cartílago pierde elasticidad y se produce una exposición del hueso subcondral. Además, se produce una alteración de la matriz articular, empeorando la lesión de los tejidos implicados5.
Existen factores predisponentes que, además emporean el cuadro, entre ellos la obesidad, considerándose un factor agravante, como consecuencia de la sobrecarga de los pacientes afectados, así como por el trastorno endocrino que provoca, la resistencia a la insulina, la liberación de TNF-a y de citoquinas proinflamatorias6.
Hay que entender la diferente naturaleza entre el paciente felino y canino para entender la sintomatología que se puede presentar. En los gatos es más difícil percibir los cambios que se producen, consecuencia de su carácter ya que, a pesar de presentar dolor, es difícil interpretar los síntomas que presentan. En estos pacientes, el cambio más importante se produce en el hábito de vida, resultando fundamental la anamnesis por parte del propietario. Además de los hábitos asociados, se han creado diferentes escalas y modelos basados en expresiones faciales, posturas corporales7 y cambios de carácter.
Por último, para el diagnóstico es necesario realizar pruebas de imagen, pudiendo ser necesarias pruebas de imagen avanzadas.
En muchas ocasiones, el tratamiento supone todo un reto debido a la presencia de enfermedades concomitantes. La identificación de diferentes patologías es fundamental para establecer las mejores opciones terapéuticas. En el caso de la OA es importante mejorar los factores ambientales (presentando fácil acceso a los recursos, la asistencia mediante rampas y escalones, entre otros)8.
La terapia láser gracias a sus tres efectos generales: analgesia, control de la inflamación y efecto bioestimulante, resulta de gran utilidad en el tratamiento de la osteoartritis, tanto en medicina humana como veterinaria9,10. La terapia láser consigue un efecto analgésico mediante diferentes vías, pudiendo ayudar a aliviar el dolor que se produce como consecuencia de la degeneración articular11,12. Se ha observado que la terapia láser disminuye y regula determinadas citoquinas como IL-1b y TNF-a13. Además, su efecto bioestimulante puede ayudar la regeneración del cartílago14.
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DoctorVet cuenta con protocolos específicos para medicina felina, considerando las diferentes articulaciones y sus determinadas las características.
Las cinco fases presentes en los protocolos de DoctorVet tienen en cuenta los diferentes tejidos afectados en la articulación. Además, estos protocolos se pueden combinar con dolor general y/o inflamación dependiendo de los síntomas del paciente. Se recomienda la pieza de mano massager o de masaje en modo contacto. Si el paciente no tolera el modo contacto, se recomienda la pieza de mano sweeper o de barrido en modo no contacto. En ambos casos usando la técnica de tratamiento en barrido.
La agenda de tratamiento necesita de una fase inicial donde estos pacientes son tratados 2-3 veces/semana hasta observar los efectos de fotobiomodulación, para posteriormente espaciar de manera progresiva hasta llegar a la fase de mantenimiento donde se puede tratar cada 3-6/semanas dependiendo de la respuesta individual del paciente y su grado de afectación.
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